La Paronimia
Los parónimos son una de las relaciones semánticas más complejas de la lengua española. Eso hace que sea difícil identificarlos, a diferencia de otros fenómenos lingüísticos. Sin embargo, si los conocemos bien podemos reconocerlos sin problemas.

¿Qué son los parónimos?
Los parónimos son aquellos términos que se parecen a otros por su forma, etimología o sonido.
En consecuencia, la relación de similitud se basa en el plano visual o auditivo. A nivel de significado no hay ninguna conexión real entre un parónimo y otro, por lo que no tienen que ser idénticos en su sentido.
Es necesario señalar que el parecido entre parónimos no es absoluto. Dependiendo del caso, puede ser más o menos notable, pero nunca llega a ser completo.
Ejemplos de parónimios

Oveja

Abeja

Asar

Azar

Casa

Caza
Oraciones
-El domingo son las elecciones y aún no sé a quién votar.
Iré a botar los restos de comida a la basura.
-Apenas vio entrar al profesor, se calló la boca.
Estábamos caminando por el parque y se cayó.
-Ahí están tus zapatos.
¡Ay! Eso me dolió. / Hay mucha gente en este bar, mejor vayamos a otro
-Mi amigo se peleó con su novia y me pidió un consejo.
El concejo decidió aumentar los impuestos.
-Escojan una carta al azar.
Tengo pensado asar un pollo para la cena.

Diferencia de palabras parónimas y palabras homófonas
A los parónimos se los ha asociado muchas veces con los homófonos. Esta relación tiene sentido, puesto que hasta cierto punto se parecen. Pero es necesario que sepamos distinguirlos: los homófonos son palabras que suenan igual; los parónimos, palabras que suenan de un modo muy similar.
Así pues, la diferencia entre estos dos tipos de relaciones semánticas es el grado de similitud en la pronunciación. Veamos un ejemplo de esto:
- Tuvo – tubo: estos dos términos son homófonos. Si nos fijamos bien su única diferencia está en la consonante entre "u" y "o". Aun así, la pronunciación es la misma, así que la similitud es total.

Diferencias entre Homónimos y parónimos
Para que no nos quede duda de la diferencia entre estos fenómenos hay que compararlos en tres aspectos:
- Origen
- Significado
- Forma
Habiendo visto esa comparación, nos queda claro que el único punto en el que homónimos y parónimos son iguales es en el hecho de que el significado varía entre las palabras. Ejemplos:
Baya y vaya.
Cerio y serio.
Cima y sima